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Acompañamiento a la maternidad: ¿Moda o necesidad?

A pesar del importante descenso de los nacimientos (al menos en nuestra provincia) la sensación general es que cada vez nos rodean más conversaciones sobre maternidad, convirtiéndose desde hace tiempo en un auténtico trending topic.

¿Cómo es esto posible en un momento con tal escasez de madres? 

Tenemos que aceptar, por una parte, que en la era de Internet los medios de comunicación se han democratizado. Con un mínimo de requisitos técnicos, resulta sencillo que un grupo de personas se reúna y cree comunidad. Los Documentales de La 2 han dado paso a Instagram, TikTok, blogs y podcasts como medios de difusión.

Por otra parte, el auge de la mujer en la esfera social ha facilitado que sus intereses, hasta ahora ocultos o minimizados, puedan salir del entorno del hogar y ganen espacio en los discursos mayoritarios. 

Pero no es sólo que oigamos hablar más del tema, el cambio va más allá de las palabras. 

En nuestra sociedad de consumo, donde todo es susceptible de ser comercializado, asistimos a un aumento en la oferta de artículos de puericultura, clínicas de fertilidad, ecografías 5D e incluso la reedición de costumbres y ritos como las baby showers.

A estas ofertas se suma el aumento de formaciones, preparaciones y acompañamientos al parto. De repente, se nos brinda un abanico de profesionales e influencers a nuestra disposición para ayudarnos a ser madres.

Ofertas e iniciativas bien recibidas por quienes van a formar una familia pero que contrasta con no pocas dudas entre las generaciones anteriores. “¿Para qué tanta preparación? nosotras os parimos y os criamos y no sabíamos nada…”, “Os vais a pasar por estudiar tanto”. 

Veamos varios factores para afrontar la pregunta: “acompañamiento a la maternidad hoy en día, ¿moda o necesidad?”

Sin quitar razón ni mérito a las madres y padres del siglo XX, tenemos que entender que las gestantes de hoy han sido criadas en un mundo muy diferente, en una cultura de la capacitación donde un mayor acceso a la educación, nos ha grabado a fuego los lemas: “para hacer algo bien, hay que prepararse mucho”, “si das lo mejor de tí, conseguirás tus objetivos”.

La repetición de estos lemas, en una sociedad cada vez más individualista, nos devuelve a mamás expuestas a un profundo temor al fracaso y a sentimientos de impotencia e insuficiencia, que las atemoriza y paraliza. No debemos olvidar que, durante la maternidad, un mayor nivel educativo predice un mayor riesgo de sufrir episodios de ansiedad. En estos casos, la anticipación y la presión por cumplir nos pueden jugar una mala pasada.

En el polo positivo, asistimos desde hace tiempo a una desmedicalización progresiva de los procesos de parto, permitiendo una mayor participación de las madres. Ahora pueden ser  protagonistas activas y recuperan su sitio al grito de “el parto es nuestro”. 

Muchos asuntos antes sujetos al criterio médico, ahora se abren a debate y elección según las preferencias individuales. Pero esta libertad de elegir llega, sin embargo, acompañada de una exigencia por hacerlo todo bien y sin quejarse, porque son mujeres que lo tienen todo

Es en este contexto de exigencia y duda donde cobran sentido, para nosotros, las formaciones y acompañamientos a la maternidad. Y no como una obligación, un sine quae non, para mujeres implacables, si no como una manera de permitirse la vulnerabilidad. Una estrategia que nos aporta el tiempo y espacio necesario para (acompañadas) anticiparnos, debatir y pensar qué madre quiero ser, creando recursos y redes en un mundo cada vez más individualista. 

Las formaciones y acompañamientos que recomendamos, no importa dónde las hagas, tienen las cualidades de saber escuchar, informar y generar criterio, nunca adoctrinar. Permiten la duda y la inseguridad de la mujer, pero buscan devolverle la confianza en los mecanismos fisiológicos que el cuerpo pone a su disposición. Intentan promover su autonomía y la sabiduría para poder tomar decisiones, sin dejar de lado una mirada dulce y cariñosa con ellas mismas y hacia su interior.

Y tú, ¿qué opinas? si eres mamá o estás buscando serlo, ¿qué crees que es lo que más necesitas?